(De Felipe Benítez Reyes)
Si alguna vez sufres -y lo harás-
por alguien que te amó y que te abandona,
no le guardes rencor ni le perdones:
deforma su memoria el rencoroso
y en amor el perdón es sólo una palabra
que no se aviene nunca a un sentimiento.
Soporta tu dolor en soledad,
porque el merecimiento aun de la adversidad mayor
está justificado si fuiste
desleal a tu conciencia,
no apostando
sólo por el amor que te entregaba
su esplendor inocente, sus intocados mundos.
Así que cuando sufras -y lo harás-
por alguien que te amó, procura siempre
acusarte a ti mismo de su olvido
porque fuiste cobarde o quizá fuiste ingrato.
Y aprende que la vida tiene un precio
que no puedes pagar continuamente.
Y aprende dignidad en tu derrota,
agradeciendo a quien te quiso
el regalo fugaz de su hermosura.
ResponderEliminarEsos cinco últimos versos...¡qué maravilla!
Una vez más la voz del poeta transmite pensamientos, sentimientos, emociones que muchos experimentamos, pero que no sabemos plasmar en palabras para poder comunicarlos a otros e incluso a nosotros mismos.
Y hablando de voces poéticas, quiero dejar constar aquí un descubrimiento que he hecho últimamente: se trata de Begoña Abad, para mí muy recomendable por su sencillo y profundo lirismo, así como por su conciencia social. Su último librito de poemas, titulado “Aprendiendo a volar” es buena prueba de ello.